La casa de vacaciones familiar de una sola planta y 3 dormitorios se concibió como una estructura verdaderamente vernácula, que celebra tanto el desierto como el Mar Rojo, dentro de su idílica ubicación frente al mar en el desierto oriental de Egipto. Debido a las condiciones climáticas del lugar y a la ubicación expuesta de la estructura, con temperaturas que alcanzan los 50 grados centígrados en verano, el diseño de la casa estuvo muy influido por las estrategias medioambientales que la protegerían. Inspirada en las filosofías de la biomímesis y la biofilia, la Breathing Beach House se diseñó para actuar como un ser vivo, reaccionando a las condiciones climáticas para crear ambientes interiores confortables para sus habitantes.
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