Siendo un edificio bastante simple, esta casa tiene dos características distintivas, el voladizo de 35 pies del segundo nivel y la implantación atípica con patios dobles que sustituyen el patio trasero tradicional de los suburbios. Ambas características son el resultado directo de tres objetivos bastante prosaicos: el deseo de privacidad del cliente, un uso eficiente del lote con forma triangular y una fachada que no está dominada por una puerta de garaje. Superpuesto a estos requerimientos, se encuentra la inclinación del arquitecto a crear una experiencia de acceso hermosa y altamente controlada. El edificio en sí consta de 2 volúmenes rectangulares conectados por un pasillo acristalado.
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