La casa toma lugar en una propiedad angosta y profunda que permaneció vacía por muchos años en el Centro (como se conoce a San Ramón desde sus afueras) mientras quedaba rodeada por construcciones que la caracterizaron fuertemente. A pesar de su bajo valor material, estas fachadas se usaron como materia prima para darle forma al proyecto nuevo, precisamente porque la mayoría de veces son ignoradas (casi nunca se muestran en los renderings por ejemplo). En este sentido una de las columnas de la tapia del costado norte se alarga y se vuelve parte de la casa, que crece gradualmente, del lado sur se refleja el perfil de la casa vecina y por poco se toca. Se igualan alturas, se imitan ventanas; se construye desde los costados pareciéndose a ellos hasta encontrarse en el centro. Los volúmenes se recubren con materiales encontrables en estas colindancias: acero corrugado y repellos comunes.
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