El paradigma del campus cerrado de la Universidad de Tel Aviv se pone en tela de juicio por primera vez en 34 años (sólo superado por la galería de arte universitaria de Tel Aviv, inaugurada en 1988), ya que un nuevo edificio vuelve a conectar la ciudad y el campus. El edificio, diseñado por PEZ en colaboración con Zarhy Architects, alberga el centro de I+D de una empresa de semiconductores líder en el mundo y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tel Aviv, creando un punto de encuentro único entre el mundo académico y la industria.
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