El proyecto está situado en un hábitat natural protegido. Los retos del diseño fueron muchos: trabajar con las autoridades medioambientales y de conservación, lo que, a pesar de las dificultades, también sirvió de inspiración; construir una estructura de este tipo con una viga oculta de 30 metros de longitud y un voladizo de tejado verde; construir la piel del tejado y la escalera en acero y, por último, obtener los permisos y superar los retos de ingeniería y materialidad de los elementos arquitectónicos. Todos estos retos se superaron y supusieron un gran alivio para lograr el nivel de arquitectura de este proyecto. Estamos muy contentos y orgullosos de los resultados.
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