La casa Piedras Negras se ubica en el borde sur del Lago Rupanco, La casa se encuentra inmersa entre un bosque nativo y la playa, aún bucólica, que caracteriza este lago que aún conserva sus condiciones de campo. El encargo consistió en una casa sencilla y práctica que sirviera tanto para la temporada de verano, donde la vida se vuelca al lago, como los meses de lluvia, donde todo el uso se enfoca en habitar el interior de la casa. Una de las cosas que queríamos para esta casa era establecer una relación estrecha y permanente con la naturaleza y el clima muchas veces intenso. Por ello el programa se organiza en forma lineal dentro de un rectángulo perfecto y en puntos estratégicos se generan dos patios interiores que fragmentan la casa en tres volúmenes donde en cada patio la naturaleza se vuelve aún más presente en el recorrido.
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