El sector militar donde se ubica este edificio se ha convertido en un lugar agradable para vivir y trabajar. Incluso antes de que el cliente decidiera competir en la venta pública de un dominio militar, involucró al arquitecto Maarten Dekoninck en sus planes. Dio una recomendación positiva y luego transformó el edificio brutalista, caracterizado por ventanas de hormigón y acero, en una casa residencial con función de oficina. La ubicación muy atractiva, en el punto más alto del cinturón verde alrededor de Bruselas, fue sin duda un activo importante. La parcela ofrece una hermosa vista de Bruselas a 20 kilómetros de distancia y también permite disfrutar de vistas espectaculares en las otras direcciones.
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