Situado en una naturaleza virgen, Son Blanc inventa una nueva noción del viaje. Situado en el corazón de una granja tradicional renovada, el proyecto invita a los visitantes a una experiencia de inmersión única. Una inmersión en la vida rural, la belleza del paisaje y la agricultura tradicional. Un jardín del Edén donde el tiempo se ralentiza al ritmo de las estaciones, para saborear la dulzura de las cosas sencillas y preciosas de la vida. Siguiendo el ritmo de la vida menorquina, la finca conduce al viajero por el camino del bienestar, basado en el intercambio con la flora y la fauna que la rodean.
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